En un hallazgo notable, fueron descubiertos en nuestra localidad, restos de un gliptodonte reticulatus, una especie que habitó la región hace más de 8 mil años. Los fragmentos encontrados corresponden a más de la tercera parte del caparazón de este impresionante mamífero prehistórico.
El descubrimiento fue posible gracias al trabajo conjunto de los técnicos Javier Villamil, veterinario, y Facundo Maranesi, productor agropecuario, ambos residentes de Ascensión y miembros del equipo liderado por el geólogo Carlos Scandolera. Los restos fueron trasladados al Museo Legado del Salado de Junín, donde ahora forman parte de la colección del Repositorio Regional. Este repositorio, que ha albergado otros ejemplares de la zona durante más de una década, continúa siendo un centro de investigación paleontológica de gran relevancia.

Además, Villamil y Maranesi están impulsando la creación de un Centro de Interpretación en Ascensión, que permitirá a la comunidad y visitantes conocer más sobre estos animales prehistóricos, que vivieron en la región hace entre 8 mil y 30 mil años. En este centro se exhibirán réplicas y algunos fósiles representativos, asegurando la preservación y difusión de este valioso patrimonio histórico.
El Repositorio Regional, encargado de resguardar estos fósiles, es gestionado por la Asociación Paleo Junín, una entidad sin fines de lucro que opera bajo la Dirección de Patrimonio de la provincia de Buenos Aires, y se encuentra en Almafuerte 308, Junín. Este lugar continúa siendo un bastión en la protección y estudio de los tesoros paleontológicos de la región.
Pero, ¿Que es un Gliptodonte?

El gliptodonte era un mamífero prehistórico parecido a un armadillo gigante, pero mucho más grande, con un tamaño de 20 a 30 veces mayor. Su caparazón, rígido y no articulado, era una característica distintiva de esta especie, conocida como Glyptodon reticulatus Owen, que vivió en Sudamérica durante el Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano.
El gliptodonte pertenece al grupo de los xenartros, que incluye a otros animales endémicos de Sudamérica. Se extinguió hace unos 9 mil años, al final del Pleistoceno, junto con otras especies de megafauna como mastodontes, perezosos y toxodontes. Su desaparición se atribuye a los cambios ecológicos y a la caza por parte de los primeros humanos en la región.
Una de las características más notables del gliptodonte son las placas óseas con forma de flor, conocidas como osteodermos, que formaban su caparazón. Estas placas no seguían un patrón uniforme de tamaño, lo que hace que su apariencia sea única. A pesar de que existen varias especies de gliptodontes, el género Glyptodon es uno de los más abundantes, y los restos de sus caparazones son comunes en sitios paleontológicos.