Con el sonar de la campana de inicio del ciclo lectivo 2011, el Colegio Nuestra Señora comenzó a transitar sus 50 años de trayectoria educativa en Ascensión. Por sus aulas transitaron muchas generaciones que se formaron intelectual y espiritualmente gracias a la iniciativa del Padre Paris Etulain junto al trabajo de las Hermanas Siervas de María y toda la comunidad que apoyó decididamente a este gran logro.
La ex docente Josefina Orezzi de Malchiodi fue parte muchos años de la cincuentenaria escuela y reflejó detalles al respecto, mencionando: “entré en el colegio en el año 62’ pero conozco bien los orígenes porque el Padre Paris, que era el primer párroco, fue quien captó la necesidad de una escuela secundaria porque en aquellas épocas que no había rutas para los chicos que querían seguir estudiando requería un esfuerzo muy grande. La mayoría no podía seguir estudiando, por eso la apertura del secundario en el año 61’ fue un acontecimiento muy esperado por todo el pueblo”.
En cuanto a los iniciadores, mencionó que “el Padre Paris era linqueño y conocía a la congregación de las Siervas de María, que se dedicaban mucho a la educación y logró que vinieran tres hermanas. La hermana Redentor que le decíamos Mamerre por el idioma francés y era la madre superiora, la hermana Lucía y la hermana Elvira”.
“El primer año de secundario fue de niñas y en el segundo año se incorporaron varones, que en aquella época fue un avance muy grande al hacerlo mixto. Yo me incorporé al año siguiente de la fundación, en el 62’, es decir que ya estaba primero y segundo año. Empecé en el 62’ y me retiré en mayo del 2001. O sea que mi vida docente la pase en el Notre, aunque trabaje en otros colegios que los llevo en mi corazón, pero la mayor parte de mi tarea docente fue en el Notre”, indicó Quique.
“Se empezó a trabajar años antes con una comisión pro edificio y luego se comenzó a trabajar para la creación del jardín, que fue el primero de Ascensión. Después surgió la escuela primaria, que se hizo en vistas a la necesidad de un curso de aplicación, ya que se adoptó la modalidad de cursos de maestros. Si bien la idea del Padre París era hacer un secundario para la mujer de la zona con orientación agraria, en ese momento no había planes. Entonces, se pensó que la infraestructura daba para un magisterio, pero la provincia y la nación exigían que donde hubiera formación de maestros había que tener una escuela primaria para realizar el curso de aplicación”.
Al referirse a la actualidad del colegio, dijo: “veo que se está luchando fuerte. Cada época tuvo su lucha porque en 50 años se vivieron situaciones muy distintas y con cambios muy acelerados. Veo que las docentes están luchando a brazo partido, les auguro lo mejor y siempre oro para que el colegio siga cumpliendo la función que Dios quiere que sea”.
Y concluyó expresando un reconocimiento: “al Padre Paris, a las hermanas fundadoras, a las comisiones que trabajaron tanto y que ahora siguen sus hijos. Fue gente que se entregó mucho, teniendo en cuenta que el Padre Paris falleció a poco de iniciarse la obra, donde estaba todo por hacer, pero la gente le dio un impulso muy grande para que hoy tengamos un colegio que es orgullo para Ascensión”.
La Palabra de un exalumno
El Colegio Nuestra Señora de Ascensión cumplió 50 años de su inicio de clases, todo un hecho histórico para nuestra ciudad.
Para analizar y juzgar los hechos de gran trascendencia de una comunidad, tenemos que ubicarnos en el momento histórico que se vivía en ese tiempo; como decía Ortega y Gasset “El Hombre y las circunstancia que lo rodean”.
Ascensión se encontraba incomunicada al resto del país por vía asfáltica, para llegar por ejemplo a Junín se tenían que recorrer 55km. de tierra, lo cual dificultaba las comunicaciones, y el fácil acceso del que hoy disfrutamos no existía. Las familias que enviaban a sus hijos a estudiar a los centros educativos de Venado Tuerto, Junín, Lincoln, Lavallol, eran muy pocas, pues significaba además de un gran esfuerzo económico el desarraigo de un miembro de la familia, y no todos estaban dispuestos a realizarlo.
En mi caso particular, inicié el secundario en el Colegio Nacional de Junín, ingresando en 2º año al Notre, que es cuando se habilitó para varones, egresando con el título de maestro de Primaria de la Primera Promoción.
Hay que destacar que el Colegio Notre Dame tuvo una gran trascendencia durante más de dos décadas en gran parte del Norte de la Provincia de Buenos Aires, caracterizándose por su calidad educativa que brindó bajo la dirección de las religiosas Siervas de María de Anglet y que actualmente lo hace eficientemente con personal docente laico, no sólo la educación primaria y secundaria, sino también en una época terciaria, habiendo formado una gran cantidad de docentes que hoy ejercen en nuestro medio.
Un párrafo aparte merece destacarse el gran espíritu solidario que en esos tiempos se vivió en nuestra comunidad, sin cuyo aporte esta obra no hubiera sido posible, verdaderamente el pueblo lo sintió como una obra salida de su seno, y de allí el éxito que tuvieron los distintos eventos, como asados, quermeses, reuniones, fiestas de la familia, que se hacían con el fin de recaudar fondos para la construcción de la obra edilicia.
En esta apretada síntesis quiero dejar un simple mensaje para las actuales generaciones y las venideras; ojalá se pueda recrear ese espíritu solidario, creativo, que alguna vez supimos disfrutar para así crecer como comunidad.
Alfredo O. Poleri
Ex-Alumno Primera Promoción