[ad_1]
Hoy comienza el encuentro ideado en los años noventa por el Jane’s Addiction Perry Farrell, relanzado en el siglo XXI y exportado a América del Sur y Europa en la década actual; Metallica es la gran atracción de la jornada

Perry Farrell imaginó Lollapalooza en los 90 como un festival para despedir a lo grande a Jane’s Addiction, su banda del siglo pasado (¡y actual!, ya que volvió a activarla), pero en este siglo su sueño quedó corto. El festival itinerante de la nación alternativa se instaló en 2005 en Chicago, Illinois, y desde allí se fortaleció y entendió rápidamente el consumo actual. De hecho, estableció una nueva dinámica para los encuentros de su tipo: empezar a vender las entradas antes de dar a conocer su grilla.
Hoy y mañana, a partir de las 11.30, momento en el cual abrirán las puertas del Hipódromo de San Isidro, 100.000 personas vivirán cada una de las jornadas de la cuarta edición argentina del festival. Esos 200.000 tickets no sólo superan los 150.000 del año anterior, sino que representan un sold out (entradas agotadas).
Antes de partir hacia el festival conviene realizar una buena planificación. Si no cuentan con estacionamiento, lo más conveniente es dirigirse al Hipódromo de San Isidro en transporte público: el ramal Tigre de la línea Mitre (estación San Isidro) es una buena opción. También lo son las líneas de colectivo 15, 60, 57, 194 y 203, entre muchas otras. Así evitarán embotellamientos y dificultades para estacionar en la calle.
Los cuatro escenarios más un quinto, el infantil (Kidzapalooza), son una tentación para correr entre ellos durante todo el día. Pero es imposible hacerlo y no perder energía en el intento. Lo ideal es llegar bien temprano, disfrutar a pleno de las primeras horas de la jornada y tener bien elegido qué ver en cada escenario el resto del día. Más allá de la superposición de propuestas, hay que tener en cuenta que a medida que la gente ingresa en gran número se hace más lento y dificultoso el traslado de un escenario a otro.
Es muy tentador ver una gran cantidad de bandas, pero es mejor concentrarse en aquellas que más disfrutamos. Si lo están pasando bien en un show, no piensen que se están perdiendo otro. Ver un set entero y después «seguir viaje» siempre es buen negocio.
Una de las novedades de este año es la posibilidad de comprar sin dinero. ¿Cómo es eso? La pulsera que funciona como entrada y que hay que tener en la muñeca todo el tiempo que se permanezca en el festival (y si es un pase para los dos días, no sacárselo hasta el final del encuentro, ya que no los dejarán entrar si está dañada) cuenta con un chip. Desde este año podrá cargarse dinero en él (lolla cashless) y utilizar ese ahorro en todos los locales de gastronomía y merchandising.
Es importante tener en cuenta que hay dos accesos generales: uno por la avenida Márquez y otro por la avenida Santa Fe, y un acceso para los que tengan estacionamiento por Márquez y Fleming.
[ad_2]
Source link