El pasado lunes 29 de abril, en la Sala “Rofolfo Walsh” de la Fería Internacional del Libro de Buenos Aires, se lanzó la nueva edición del Concurso Nacional de Cuento y Poesía “Adolfo Bioy Casares”, donde la destacada escritora ascensionense, Susi Abecasis, presentó su nueva creación literaria, acompañada por familiares y amigos.
Tras una cálida bienvenida ofrecida por la Fundación El Libro, se dio comienzo al acto con la proyección de un video dedicado a Villa Pardo, lugar en el mundo de Adolfo Bioy Casares. Seguidamente, Esther Cross, miembro del jurado de narrativa, y Axel Díaz Maimone mantuvieron un diálogo público sobre el célebre escritor, su participación en los talleres literarios y los consejos que brindaba sobre la escritura; todo eso matizado con anécdotas: desde los deseos de Bioy de ser campeón de box, hasta las corbatas de seda italiana que utilizaba.
“Como se hace tradicionalmente, se presentaron los volúmenes editados el año anterior. En esta oportunidad, me tocó referirme a mi poemario ganador “Lo que tengo de pan”, destacó Susana en contacto con este medio.
Asimismo, agregó: “no tengo sino palabras de agradecimiento para los organizadores de este Concurso tan prestigioso como pocos, a los miembros del jurado -especialmente al célebre Rafael Oteriño a quien sigo y admiro- y a todos los que se dieron cita en la Sala para acompañarme.
“La poesía es el intento de nombrar lo que no cabe en las palabras. En este caso, el dulzor a pan, el humito que sale de una olla semidestapada, la cuchara de madera acaramelada, las hojas de hibisco”, reflexionó la escritora.
Y en referencia a su libro “Lo que tengo de pan”, destacó que “es tan autorreferencial como “Soy la que lleva mi nombre”. Pero en este caso, me fui al rescate de los sabores y de los aromas de las casas y las personas que me cobijaron, que me contuvieron, que me habitaron y que me hicieron tan fácil y amorosa la vida. Todo lo vivido y esa forma tan especial que tuvo mi familia para estar en el mundo me fueron generando esta voz cargada de un montón de sensaciones y sentidos. Almibarada y sabrosa”.
Finalmente, parafraseando a Diana Bellesi expresó: “Si el sabor no lo empuja, no hay poema”.