La comunidad de Arribeños vivió una jornada histórica el pasado lunes 21 (feriado) con motivo de la celebración de los 50 años del Instituto San Francisco de Asís. La fiesta contó con la presencia de su fundador, Padre Gastón Romanello, quien compartió un momento muy especial junto ex alumnos, ex docentes y toda la comunidad educativa del colegio.
En horas de la mañana se realizó un acto protocolar con la presencia del Intendente Municipal, Prof. José M. Medina; el Delegado Municipal de Arribeños, Marcelo Descarga y demás autoridades educativas y representantes de distintas instituciones.
En la oportunidad estuvo presente la Banda del Ejército guarnición Junín y asistieron los integrantes de la primera promoción de egresados de la carrera de Maestra Nacional Normal, propiciando un esperado y emotivo reencuentro.
Durante el acto, hizo uso de la palabra el actual director, Prof. Adrián Ana, como así también hizo lo propio el Padre Romanello y la exalumna, Olga Puyó, para concluir con los conceptos de la Inspectora Jefe Regional.
Posteriormente, todos se trasladaron al Salón Comunitario, donde se realizó un almuerzo con la presencia de mas de 600 personas, quienes disfrutaron de un momento inolvidable y lleno de nostalgia y emoción.
La Historia
El día 18 de abril de 1959 se reunió un grupo de vecinos en la parroquia de la localidad de Arribeños. Esta importante iniciativa cobró enseguida vida y el año siguiente, se convirtió en una magnífica y concreta realidad. Hoy Colegios Parroquiales abrió sus puertas en una hermosa tarde de otoño, precisamente el día 29 de marzo de 1960, para iniciar el difícil camino de guiar, de conducir, de enseñar.
Comprendiendo que la educación debía ser impulsada en nuestro medio, el cura párroco Gastón Romanello, propuso la creación de un instituto de Enseñanza Secundaria. No fue fácil. Demandó mucha tarea y esfuerzo para recaudar los fondos necesarios. Merece destacarse el entusiasmo y empuje del padre Gastón, quien personalmente, valiéndose de un precario medio de transporte, recorrió todas las chacras que componían la extensa zona agrícola que corresponde a la localidad, solicitando aporte para la construcción del edificio.
Este consistía en la donación de bolsas de cereal (dado que no se trabajaba a granel), cuyo importe los productores autorizaban a retirar de las firmas cerea-leras, donde comercializaban su producción, mediante bonos que él mismo había ideado para ser acreditados en una cuenta Pro construcción del edificio, habilitada en cada una de sus firmas.
Crecimiento y desarrollo
En aquel lejano año 1959, surgieron los nombres de las personas que serían las encargadas de conducir los primeros pasos del querido instituto.
Se designó representante legal al padre Gastón, uno de los artífices de esta obra. Como Rector, al Dr. Vicente Musacchio, que apuntaba con firmeza y rectitud, la acción del primero y al Dr. Ameghino Pera como vice rector. Como secretario se sucedieron: el señor Angel Antonietta, la señorita Noemí Caviglia, Aurora Briaturi. e Iris Alfaro hasta que se hizo cargo de la misma, la señorita Inés Aparicio, quien vino acompañada por la profesora Ana María Ibarra, con la valiosa y responsable colaboración, en toda la tarea administrativa, de la señorita María Luján Muracioli, que ya venía desempeñándose en la función.
Como todo comienzo tuvo tropiezos. Nada fue fácil y hubo cambio de ideas, de personas, de opiniones, y nuevos profesores fueron cubriendo las ausencias o las deserciones.
En esa misma reunión se constituyó, provisionalmente, el cuerpo de profesores. Se constituyó también la primera cooperadora integrada por: Presidente, Raúl Gavilán; vicepresidente Jorge Puyó, secretario Miguel Alfaday Tesorero Armando Olocco.
Una vez dados estos pasos se procedió a la elección del Superior Consejo Administrativo: Presidente Gastón Romanello, vice 1º Dr. Vicente Musacchio, vice 2º Dr. Ameghino Pera; secretaria Lady Arguto: proseecretario Angel Antonietta; tesorero Raúl Gavilán; protesorero: Jorge Puyó.
Vocales: Raúl Rubio, Vicente Novales, y Modesto Cuchetti.
Desde que se formó el Colegio, el pueblo se llenó de ilusiones nuevas, se sintió contagiado de una savia renovadora y necesitó compartir esta nueva vida.
La flamante obra tuvo un celoso cuidador, que miró cada detalle y cuidó de él con amor y dedicación: fue su portero durante años: Teodoro Jiménez. Custodia para la obra predilecta de su hijo fue «La Nona», que lo apuntaló en silencio y con amor. El alejamiento del padre Gastón trajo otros sacerdotes que se desempeñaron como Representantes Legales.
La Dirección pasó a manos de los docentes, Juan Mario Barra, y Oscar Bellone como secretario. A ellos los siguieron varios docentes. En la actualidad lo conduce el profesor Adrián Ana.
Fiesta de las Carrozas
Por iniciativa de un grupo de profesoras de la Escuela Secundaria San Francisco de Asís, en 1965 sugirieron festejar la primavera, y a su vez el Día del Estudiante, con un desfile de carrozas.
Los encargados del Club Estudiantil plasmaron la idea hasta tomar forma y el 21 de septiembre de ese mismo año, se realizó el primer desfile. El hecho colmó de alegría y entusiasmo a los estudiantes, que vieron ejecutar sus ideas en motivos alegóricos que ellos mismos proponían, transmitiendo esas vivencias a los padres, familiares y vecinos.
En años posteriores aumentó la creatividad, ideas e inspiración, surgiendo motivos dados por la historia, el arte, la religión, la música, la geografía, las matemáticas, etc., sumando también nuevos conocimientos en los aspectos lumínicos, estéticos y éticos. Hoy en día, no es exagerado decir que todo el pueblo goza y vibra con este acontecimiento.
Con la llegada de la primavera, Arribeños se prepara para recibir a la gente vecina y amiga que disfruta de la fiesta del Pueblo, la fiesta de la juventud; fiesta esta última, que ya dejó huellas indelebles en todos sus habitantes.