Después de nueve meses de recuperación, el jugador reapareció en la división Reserva y aportó su garra en la victoria ante Huracán.
El fútbol suele regalar historias de superación, y la de Agustín García es sin duda una de ellas. Este fin de semana, en el marco de un partido clave para la Reserva de Singlar, el mediocampista volvió a pisar una cancha tras una dura lesión que lo mantuvo alejado del deporte durante casi un año.
García había sufrido la rotura de ligamentos cruzados y meniscos en su rodilla, una combinación temida por cualquier deportista. La lesión ocurrió el año pasado, en la previa a un partido frente a Social en Cuarta División. Desde entonces, el camino no fue fácil: cirugía, rehabilitación y un largo proceso de preparación física y mental para volver a competir.
“Se hizo largo… fue una lesión jodida, pero siempre estuve enfocado en que quería volver. Hoy, después de nueve meses, pude volver a jugar y sumar minutos en Reserva, que es lo importante”, expresó Agustín visiblemente emocionado tras el partido.
Más allá del plano individual, el retorno de García coincidió con una victoria clave para la Reserva de Singlar, que actualmente lidera su divisional. El encuentro ante Huracán estuvo cargado de emociones, expulsiones y momentos intensos, pero el equipo supo sacar adelante el resultado.
Para Agustín, esta vuelta no es casual: es fruto del compromiso, el trabajo silencioso y el amor por el club. “Uno lo hace desde lo más profundo, desde la pasión. Lo importante era volver, y hoy se cumplió ese primer paso. Ahora iré sumando minutos y, cuando me toque, volveré a Primera”, aseguró con determinación.
El gladiador volvió. Con humildad y perseverancia, Agustín García ya dejó atrás la lesión y vuelve a mirar hacia adelante. En Singlar, lo esperan con los brazos abiertos… y en la cancha, con la camiseta puesta, empieza a escribir un nuevo capítulo.