Entrevista de Leo Rae: En este año tuve la suerte de conocer a una de las personas que entre tantas otras cosas, en nuestro país asesora a EMPRESAS FAMILIARES DEL AGRO (EFA), tema que siempre me atrajo por sus tantas particularidades. Pude sumergirme en muchas situaciones que en algún plano de mi vida las he vivido de cerca o he conocido algún caso por el hecho de formar parte de una comunidad rural. Todas confluyen en este entorno del cual somos parte, el entorno rural, y todas tienen enorme implicancia en el desarrollo del país. Es difícil definir a alguien, ni pretendo en estas líneas hacerlo, pero decir Sara Horowitz, no solo es hablar de EFA, es hablar de negociaciones complejas, es hablar del cambio en la empresa, de mediación, de conflictos, de sucesiones es por qué no, el aporte de la psicología al agro, es poner sobre la mesa muchas cuestiones que se relacionan con el manejo empresarial que se mezcla con el familiar y que en muchos casos suele ser difícil de asimilar. Ver como acuden a ella tantas empresas nuevas y algunas tan antiguas como nuestra propia historia y tan presentes hoy en día, me lleva una vez más, a compartir una entrevista que le hice al finalizar mi pasantía en sus oficinas. Una experiencia que me ha dejado un aprendizaje enorme. Espero que la disfruten, y se sientan artífices como yo de esta realidad.
Hola Sara! gracias por este tiempo que nos ha dedicado, nos gustaría que se presente y nos cuente su relación con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA)…
Quisiera primero agradecer por la entrevista. Mi profesión de origen es la psicología, tengo un doctorado en Argentina y tuve la suerte de estudiar en la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard, Negociación y Mediación. En el año 2000 era profesora en el Posgrado de la Facultad de Derecho de UBA, y el recordado profesor Ordoñez de FAUBA, me invitó a dar clases de Negociación para el Posgrado y la Maestría en Agronegocios, desde el 2003, dirijo en FAUBA un posgrado en Negociación y Cambio y desde el 2009 la Carrera de Especialización en Negociación, FAUBA es ahora mi hogar y mi lugar de desarrollo profesional.
¿Qué la motivó para trabajar con esta temática y desde cuándo surge?
Surgió por mi eterna inquietud de variar e innovar temáticas de trabajo. Mi profesión de origen es la psicología y allí trabajé muchos años en conflictos en la Familia, terapias familiares, luego le sumé mis conocimientos en negociación y mediación. Estar en Agronomía y trabajar dando clases en Negociación derivó en Consultorías y Asesorías en el tema, la mayoría de los que consultaban, eran empresas familiares y sin darme cuenta comencé a asesorar aplicando mis años de experiencia en Conflictos Familiares. Tras más de 10 años en el tema lo percibo como agradable y atrapante, la familia del agro está especialmente basada en valores y principios, por lo cual me identifico fácil y me dan ganas de ayudar a resolver situaciones esperables, pero no por ello menos dificultosas.
¿Cómo define a las Empresas Familiares del Agro (EFA)? Empresas creadas para la subsistencia de la familia, y, sean o no propietarias están ligadas a la tierra. El campo incluye la perspectiva a largo plazo, y los que trabajan el campo, han incorporado la paciencia y el esperar. Se trabaja la tierra, se siembra y… se espera, es pues una característica y un valor de las Empresas Familiares del Agro.
¿Cómo ha visto la evolución de las EFA en el último tiempo?
Muy bien, es parte de un sector que busca superación, que tiene inquietudes y que en todas las edades y niveles busca innovar y capacitarse.
La generación entre los 50 y 80 años, es a la que más se le exige y le cuesta adaptarse a los tiempos y modos nuevos de trabajo y de relaciones, especialmente la relación con la siguiente generación, ya que en su juventud obedecieron a sus padres y ahora deben entender y aceptar las indicaciones de sus hijos, que pueden tener menos experiencia, pero sí adquirieron el conocimiento profesional necesario para el trabajo en el campo.
¿Cuáles cree Ud. que son los desafíos que afrontan las EFA hoy?
Creo que el desafío mayor es el tema de la sucesión de las Empresas Familiares del Agro, los desafíos serán ¿Retener a los hijos dejarlos volar? ¿Imponer criterios de trabajo? ¿Aprender a dialogar a comunicarse?
¿Hay alguna problemática recurrente entre los casos que Ud. visualiza a menudo en las EFA?
El tema de la dificultad de comunicación, sobre todo entre padres e hijos.
¿Que tienen para aportar los jóvenes en este tipo de empresas?
Los jóvenes son el presente y el futuro, por lo cual tienen todo para aportar, tal vez el término más adecuado sería que puedan sumar a la experiencia de los mayores sus ideas y conocimiento, dentro de un marco de diálogo, pueden aprender de los que tienen experiencia y además aportar ideas nuevas y conocimiento, hay que integrar ambos niveles.
¿Cómo transcurre la incorporación de los nuevos profesionales del agro en la Empresa Familiar?
Llamativamente para mí que vengo de otros campos veo una búsqueda incesante de asesoramiento, y nuevas profesiones son convocadas al trabajo diario.
¿Cómo se da el proceso de sucesión de padre a hijo/a?
No hay algo lineal, se da como cada familia puede, lo ideal sería que sea un proceso planeado, dialogado, consensuado e integrado en la empresa y en la familia.
¿Existen conflictos en este tipo de Empresas? en el caso que si, ¿cuáles son los más comunes? Los conflictos más comunes son los de falta de comunicación y los de choque generacional.
¿Las conexiones familia-empresa, potencian los lazos familiares? ¿de qué modo? Las conexiones entre familia y empresa pueden cursar una veta negativa o positiva. Si fuera negativa, pueden llegar a distanciarse, si logran que sea positiva se pueden potenciar los lazos de la familia, afianzarse y crecer la empresa.
¿Qué mensaje le dejaría usted a los jóvenes del agro hoy?
Que la empresa familiar necesita para perdurar, tener una visión clara, coherente y aplicable, que las empresas que son longevas han incorporado entre otros el valor de la austeridad.
Que la buena comunicación, hacia todas las vías es imprescindible, como lo es entender que existe más de una verdad, que nos movemos en un mundo de posibilidades con pocas certezas, por ello necesitamos ser cuidadosos en la toma de decisión.
Sara, le gustaría contarnos algo más…
En el siglo XXI afortunadamente vivir es sinónimo de aprender, lo que nos ubica en un lugar modesto de continua búsqueda de conocimiento, es bueno recordar que “ahora que aprendimos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas”. Muchas Gracias! Sara.