En lo que va del año, aun observamos como los argentinos recorremos las calles en busca de los precios más bajos (el famoso “costo de caminata” que mencionan los economistas), de modo que nuestros ingresos rindan más. Sin embargo, la gran mayoría guardamos nuestros ahorros bajo el colchón, sin tomar conciencia de que en tiempos de creciente inflación estos se licúan con el tiempo, perdiendo así poder adquisitivo. En consecuencia, los fines perseguidos y las decisiones que tomamos resultan incompatibles, hasta contraproducentes.Lo interesante que queremos mencionar aquí es, entonces, que existen diferentes alternativas para hacer trabajar nuestros ahorros de un modo efectivo: plazos fijos, fondos comunes de inversión, bonos, obligaciones negociables, letras y hasta acciones, aunque esta última es una de las opciones más arriesgadas. Hoy analizaremos en profundidad dos de ellas.
Los plazos fijos tienen la ventaja de ser la opción más segura, pero esta se contrarresta con la desventaja de que ofrecen menores rendimientos en comparación con las demás alternativas; además, actualmente las tasas anuales se sitúan en un 19.01% (Banco Nación), porcentaje que resulta desalentador al compararlo con la inflación de los últimos años y la pronosticada para el corriente, pues se sitúan por debajo, lo que quiere decir que al final incurriríamos en una pérdida, teniendo menos poder de compra que al momento de la constitución de la inversión.
Cabe tener en cuenta que el plazo mínimo en esta opción es de 30 días y en cuanto a monto, si es por medio de homebanking se permite realizar la operación con solo $500, mientras que yendo en persona a la sucursal, el mínimo es de $1500.
Los fondos comunes de inversión, son fondos donde se junta el dinero de distintos inversores y se realiza la operación de un modo en el que, si bien se asume un riesgo mayor que en la opción anterior, ofrece un rendimiento superior. El dinero puede ser invertido en plazos fijos, acciones, bonos, mercados emergentes, pymes, bienes inmuebles, hasta en proyectos como vaca muerta, e infinitas variantes. Esta diversidad de opciones nos brinda la posibilidad de elegir la que mejor se adapte con nuestra proyección de futuro y con el riesgo que estemos dispuestos a asumir. Los rendimientos varían según en qué especie de fondo se invierta.
En la práctica, podemos ver que el Banco Provincia cuenta con 6 especies de fondos; el denominado Valores Negociables, en el primer cuatrimestre acumuló un rendimiento de un 18.45%. En cambio, un fondo más conservador, el de Ahorro en Pesos, llego a un 5.59%.
En el caso del Banco Nación, el abanico es mucho más amplio. Cuenta con 12 fondos, los cuales se encuentran agrupados en cinco grandes rubros: conservadores, bonos, específicos, acciones y mixtos.
Cabe resaltar que si bien a largo plazo estos normalmente tienen un buen rendimiento, puede pasar que en el corto plazo generen uno negativo. Por esta razón, lo que recomendamos es acercarse hasta la sucursal del banco a realizar una consulta, donde podrá llenar el famoso test del inversor y recibir asesoramiento según el grado de aversión al riesgo propio y el horizonte temporal de cada inversión.