Es un gran año y lo está demostrando. Luego de un 2015 donde se le exigió más de lo que podía brindar, José Valdez transita un camino de aprendizaje constante y por ello se lo nota feliz. Concentrado, metido de lleno en completar las tareas y responder a las exigencias correspondientes. Sin quejas, acepta si le toca bajar a Quinta o jugar en Reserva. Está creciendo y los sucesos se van dando de la manera que soñó, es por eso la sonrisa.
Un primer semestre de 2016 que lo tuvo como goleador de Tercera, con pocos tantos quizás pero complementando el gran nivel de un equipo que dio pelea hasta el final. Alfredo Grelak lo vio y lo subió a Primera para que se entrene y viaje a la pretemporada, él lo sabía y estaba entusiasmado.Sin Grelak pero con Broggi, disfrutó de su primera experiencia con el amigo del fútbol que lo acompaña desde Novena División, Gastón Pinedo.
Corte de pelo, aprendizaje constante y un mal entendido que casi lo deja afuera, incluso del club. Su padre ya tenía en mente llevárselo pero Andreuchi le puso paños fríos a la situación. Por un momento quizá estuvo preocupado, pero seguía en Primera y eso era lo interesante. A lucharla, mucho más y desde más atrás. Pero volvió Alfredo y la historia cambió. Puede ser que sean las casualidades las que lo llevaron a este desenlace hermoso, pero vale la pena contextualizar todo dentro del trabajo diario porque allí está lo cosechado.

Feliz. Valdez disfruta de un momento por el que viene luchando hace muchos años.
No había un nueve suplente más allá de Federico Andrada, Nicolás Benegas y Jonatan Torres estaban lesionados. Se metió en la lista y fue por segunda vez en su carrera al banco de suplentes. Perdiendo y con el partido cuesta arriba tuvo su debut, con la personalidad que lo diferencia del resto no se escondió y la pidió siempre. El post partido lo tuvo con una sonrisa dibujada en el rostro, la derrota ya no importaba, cumplió un sueño como premio al trabajo de tantos años.
Lejos de relajarse a los pocos días jugó en Reserva, pelearla pero desde el lugar que siempre soñó y con la tranquilidad que va por el buen camino. Sólo debe mantenerse y progresar, aprender. Ayer José Luis Valdez firmó su primer contrato con 18 años, el mismo tiene una duración de dos años. De a poco las cosas se le dan como tanto imaginó, eso por lo que tanto luchó.