Dicen que una imagen vale más que mil palabras… esto es lo que quedó de la proyectada culminación de
Una reparación realizada por vialidad en los últimos días, le dio “una lavada de cara”, rellenando los huellones permitiendo que sea relativamente transitable, aún así el hecho que el suelo esté endurecido por el agregado de cal, el último de los trabajos realizados por la empresa, el camino parece un rallador.
Otra vez millones de pesos desperdiciados en una suspensión que parece definitiva, cuando solo faltaba la última etapa.
De reflotarse el proyecto, obviamente lo realizado de poco servirá y el costo será nuevamente millonario. Así estamos y parece que así seguiremos estando por mucho tiempo.
Una historia para el libro Ginness.
Graciela