También logramos liberar endorfinas, que es una sustancia producida por nuestro cerebro asociada al placer y la felicidad. Al momento de festejar, un cumpleaños, un logro o algo significativo que uno quieras conmemorar, nos permitimos experimentar alegría, fortalecer nuestros vínculos y reducir el estrés.
Podría sucederte, que tengas más entrenado tu cerebro para rumiar más lo negativo que lo positivo. Cuando este ejercicio se convierte en rutina, la motivación, autoestima y nuestra energía vital decae.
La palabra celebrar viene del verbo latino celebrare, que deriva del verbo celeber, que significa abundante, concurrido, frecuentado. Su antónimo sería desertus o desierto, asociado a lo abandonado, aislado.
Entonces por un lado, tenemos reunión, fiesta, celebración y por el otro, desierto y soledad. Es muy probable que evocando nuestra memoria aparezcan momentos de desierto y otros de júbilo. Lo más importante de estas
etapas que viviste es que hayas podido aprender de cada instancia.
Imaginemos dos orillas y que depende de nosotros cruzar el lago. En el cruce se van a presentar distintas aventuras; te invito a que piensen si elegirías cruzarlo solo o con alguien. Ese lago es la vida y la actitud que elijamos al momento de embarcar va ser clave para nuestro viaje.
A continuación, quisiera dejarte 5 orientaciones, como carta náutica, para que puedas celebrar durante el viaje:
- Agradece lo conseguido, identifica las pequeñas victorias.
- Festejar en la forma que te sientas más cómodo.
- Se creativo, lo que tenés alcanza para regalar y regalarte un momento agradable.
- Compartí tu historia, puede ser inspiradora y fuente de motivación para otros/as.
- Fomenta un ambiente positivo, con tus palabras, gestos y acciones.
Wenceslao Gomez Caride
Coach y Consultor
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